Lisa y llanamente: los materiales de relleno
Si bien la decisión sobre el tipo de material de relleno a usar es del médico especialista, luego de una evaluación del problema y de las expectativas de cada uno, queremos presentar un panorama de las diferentes alternativas que hoy ofrece la Medicina Estética. Existen distintos materiales que pueden ser naturales o sintéticos, transitorios, semipermanentes y permanentes:
Naturales y permanentes
Transferencia de grasa. Se extrae grasa de alguna zona del cuerpo (muslos o abdomen, por ejemplo) por medio de una Laserlipólisis. Se la puede utilizar enseguida o conservarla en frío (bajo el método de criopreservación puede durar hasta 24 meses). La intervención se realiza con anestesia local. No hay riesgo de rechazo o reacción alérgica. Es muy útil cuando es necesario introducir cantidades importantes de relleno.
Auto colágeno. Se obtiene colágeno de la piel del paciente extraída durante alguna cirugía. Se guarda preparado en jeringas etiquetadas para ser utilizado únicamente en esa persona (Autologen, Collagenesis). Tampoco puede haber rechazo o alergia.
Sintéticos permanentes
Artecol y Dermalive. Son productos que utilizan un vehículo -ácido hialurónico- para transportar al interior de la piel unas microesferas de acrílico que permanecerán en la zona a mejorar de forma definitiva, dispuestas a provocar producción tejido que complete el relleno deseado. Hay bajo riesgo de alergia. Son procedimientos de costo elevado y requieren de una cirugía previa.
Materiales semi permanentes
Ácido hialurónico. Es un material natural entre las células. Tiene grandes propiedades de captar agua, por eso se lo considera muy adecuado para producir una hidratación profunda. Se lo considera semipermanente porque dura hasta un año.
Hay dos variedades: una de origen animal, que proviene de la cresta del gallo y es de baja concentración. También se lo encuentra de origen sintético, fabricado por ingeniería genética en Suecia y Holanda. Posee diferentes graduaciones de firmeza, por lo cual permite su uso en arrugas finas, gruesas y surcos. Lo positivo de este sistema es que no requiere de una cadena de frío, su costo es relativamente menor y es muy raro que provoque alergia. En zonas de mucha movilidad, como los labios, su efecto es de corta duración.
Ácido poliláctico. Entró recientemente al país, tras ser muy utilizado en Francia y Alemania. Es el mismo material que se usa para las suturas reabsorbibles, pero en forma líquida. Dura aproximadamente un año. Los efectos no se ven en forma inmediata, sino a partir de la semana a diez días de aplicado, pues actúa atrayendo agua y formando colágeno nuevo. Si bien hay poca experiencia local, su costo es accesible, hay bajo riesgo de alergia y no requiere cadena de frío.
Siliconas de grado médico. Es un material sintético que se puede inyectar en forma de micropartículas o como microgotas. Si son correctamente usadas y en dosis mínimas no provocan efectos secundarios. Pero si se aplican en forma incorrecta pueden desplazarse. Colocadas en grandes volúmenes producen una reacción fibrosa llamada siliconoma que puede deformar las facciones. Es económicamente accesible.
De corta duración
El colágeno. Es uno de los materiales más populares. Es de origen bovino, de ahí el riesgo de la reacción alérgica. Existen en diferentes densidades. Es adecuado para corregir algunas arrugas muy finas con mucha precisión realizando una especie de “enduido”. Tiene el inconveniente de posibles reacciones alérgicas por lo que se recomienda uno o dos tests previos. El costo es alto.
Atellocolágeno. Las marcas más conocidas son Resoderm y Resoplast de origen europeo y Koken de origen japonés. Son colágenos semisintéticos que poseen menor riesgo de alergia.
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